El papel de la mujer en la caficultura
Una de cada cuatro fincas cafeteras en Risaralda está en manos de mujeres, las cuales se han ido convirtiendo en una importante fuerza del principal renglón agrícola del departamento. Esto quiere decir que de las 22.000 fincas cafeteras, 5.500 de ellas son manejadas por el género femenino.
Este dato, que evidencia el avance de la presencia de la mujer en la caficultura, fue suministrado por Carolina Ospina Eusse, coordinadora del Programa de Mujeres Cafeteras del Departamento de Risaralda, creado en el 2.016 con el objetivo de fomentar el emprendimiento de las mujeres y promover ingresos complementarios.
“Tenemos el 24% de las hectáreas cafeteras del departamento están en manos de mujeres, son mujeres que tienen caficultura tecnificada y resistente a roya. Y alrededor del 31% de nuestros caficultores son mujeres, unas 6.000, de las cuales unas 700 que están en las asociaciones. Además de las 20 asociaciones de cafeteros, solamente cuatro son solo de mujeres y las otras son mixtas”, explicó Ospina Eusse.
Las asociaciones cafeteras enteramente femeninas son AMECAFE (Asociación de Mujeres Celianenses Cafeteras) de La Celia), ASCAFÉ de Pereira, Nueva Semilla del corregimiento de Peralonso (Santuario) y MUCAFE de Belén de Umbría que trabaja en estrecha relación con la Asociación de Productores de Café de la Cuchilla de San Juan. Entre las asociaciones mixtas con predominio de la mujer, se destacan ASOJARDIN de Mistrató y APECAFEQ de Quinchía.
Este avance femenino en la caficultura se evidencia también en la presencia de la mujer en la conformación de los Comités Municipales de Cafeteros que se instalaron en el segundo semestre de este año. En efecto, cuando se creó el programa había un total de 23 mujeres en los comités, cifra que aumentó a 53 en el 2018 y la siguió en ascenso en las elecciones del 2022 donde el 34% del total de candidatos inscritos para esos organismos fueron mujeres. De los 156 integrantes de los 13 comités municipales, … son mujeres, en tanto que en el Comité Departamental, integrado por 12 miembros, solo hay una mujer: Lucerito Martínez del municipio de La Celia.
Por iniciativa de la Alta Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer, en el 2012 se adoptó en Colombia la Política Pública Nacional de Equidad de Género para las Mujeres, que sirvió de base para la estructuración de la Política de Equidad de Género para la Mujer Caficultora que impulsa la Federación Nacional de Cafeteros.
En la presentación de dicha política se reconoce que a pesar de la creciente presencia de la mujer en el campo y su contribución a las actividades de la economía rural y familiar y al desarrollo agropecuario, turístico y de artesanías, “históricamente han sido relegadas e incluso invisibilizadas pese a la importante labor que cumplen”.
Los primeros pasos en esta dirección comenzaron a darse en el 2007 a través del “Programa Mujeres Cafeteras”, el cual tomó el nombre de Equidad de Género en el 2015, apostándole a la inclusión y participación de las mujeres en los escenarios de representatividad, mediante el fortalecimiento de su papel en los ámbitos de elección y representación gremial y sus competencias y habilidades en la comercialización de su café con valor agregado para lograr una caficultura sostenible, rentable y equitativa.
Esta política está sustentada en siete estrategias, a saber:
1º. Transformación cultural y redefinición de roles de género en el sector cafetero.
2º. Acceso a la educación formal y no formal para las mujeres caficultoras
3º. Autonomía y empoderamiento económico
4º. Participación y representatividad de la mujer caficultora en escenarios de política pública y toma de decisiones
5º. Vida libre de violencias y con acceso a la justicia
6º. Acceso a la salud integral y salud sexual y reproductiva
7º. Transversalizar la perspectiva de género en la institucionalidad cafetera
Carolina Ospina destaca que en Risaralda se ha venido ejecutando a través del programa un Plan de Acción, en el marco del cual se ha privilegiado la comercialización en el exterior de café producido por 85 mujeres de siete municipios, la comercialización de micro-lotes, una edición especial de las tiendas Juan Valdez, entre otras. Agrega que una de las líneas de trabajo apunta, específicamente, “a fortalecer a la mujer cafetera como empresaria y su participación en la generación de valor agregado.
Entre otros logros destaca el mejoramiento de habitabilidad de los hogares cafeteros, a partir de la instalación de estufas ecoeficientes, la capacitación de grupos de mujeres en catación y barismo, la realización de cursos de liderazgo y la participación en las mesas de toma de decisiones de los Comités Municipales, o sea, tenemos, digamos mucha participación de las mujeres en los proyectos.
“Hoy en día hay una visibilización del trabajo de la mujer en la caficultura, pienso que han sido muchos logros sobre todo en temas de liderazgo, hemos logrado comercializar café, hacer relaciones directas de productores con compradores”, apuntó Ospina Eusse.
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