Hace más de una década, directivos, docentes y estudiantes del Instituto Técnico Agropecuario Naranjal, situado en el corregimiento del mismo nombre en el municipio de Quinchía, se embarcaron en un proyecto cafetero que hoy es una palpable realidad.

La iniciativa partió del propósito del plantel de formar a sus bachilleres en la modalidad agropecuaria en el proceso de transformación del café, al frente de la cual está el profesor José Luis Ladino Galeano, administrador de empresas de Unisarc, quien destaca que el modelo se implementó años atrás por iniciativa del rector Fulvio Gaviria Loaiza y con el concurso de la Universidad Uniminuto.

Los egresados del plantel reciben el título de Bachilleres con Énfasis en Comercialización de Café y muchos de ellos se han dedicado a actividades vinculadas al café, en el campo de la catación, el barismo y en el montaje de parcelas cafeteras para producir cafés de especialidad.

Desde sexto grado, los estudiantes aprenden todo lo relacionado con la selección de la semilla hasta las labores de cosecha y transformación del grano. Ya en los grados superiores, aplican estos conocimientos en procesos de ‘tostión’, molienda, empaque y comercialización. Esto les permite salir con competencias académicas y con herramientas prácticas para emprender o insertarse en el mercado laboral rural especializado.

Para este proceso formativo el plantel cuenta con unas instalaciones básicas para la transformación de café, entre ellas una báscula, un determinador de humedad de café pergamino seco, una trilladora con capacidad de 160 kilos hora, un monitor clasificador por tamaño de mallas 17, 15, 13 y 0, dos tostadoras, molino y equipos artesanales y para filtrados una prensa francesa y una Chemex. Las dos tostadoras fueron donadas por la Gobernación de Risaralda.

En el 2019 el proyecto se presentó a la OIM y recibió recursos por $45 millones para mejorar la infraestructura locativa del colegio que estaba subutilizada y para la compra del monitor, la trilladora y determinador de humedad.

El café es cultivado en una parcela del colegio con dos lotes: uno en producción con 600 a 700 matas y otro en levante con 600 matas de café variedad castillo rosario, Cenicafé 1 y Catimor. Los estudiantes comercializan el producto con el nombre de Café Naranjal el cual ha alcanzado una calificación en taza de 82.44.

Para la población juvenil de la vereda Naranjal de Quinchía, esta es una clara motivación para permanecer es su municipio y no salir a buscar un proyecto de vida lejos de casa. Ahora saben que desde sus fincas pueden generar ingresos propios. Cada día se afianzan más en el manejo de las herramientas necesarias para transformar el producto insignia de las montañas risaraldenses.

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